domingo, 13 de enero de 2008

ji ji ji


A partir de ese momento empezó el ataque de risa, donde se podían
distinguir las diferentes duraciones y tonos, desde la risita nerviosa
hasta la risotada e hipido.
Las mujeres se reían de una forma más cantarina, mientras que
algunos hombres lo hacían bufando o gruñendo.
"Estoy acá porque ya no tenía de qué reirme" dijo Rosita de Bernal,
mientras que José de San Luis comentó: "a mi me costaba sonreir,
ya no tanto...jaja!"
Hubieron también participantes que tuvieron un ataque de risa,
que lamentablemente trajeron como consecuencia la muerte.
No puedo reirme de eso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que liiiinda ilustración y q lindo morir de risa
publique más q queremos ver

Anónimo dijo...

Que bueno sería que todos nos despertemos con esa sonrisa, muy bueno paio!!!!!

Anónimo dijo...

Muy bueno...
Desde La Pampa nos entretenemos y nos divertimos con vos.
Segui asi.